4.3. Fatiga, Somnolencia, Estrés…
La fatiga es la disminución o pérdida de la actividad normal o habitual, causada por un exceso de excitaciones y/o trabajo, que acaba con la aparición de signos de déficit en la función intelectual y muscular, alterando el proceso de toma de decisiones y aumentando muy significativamente el riesgo de desencadenar un accidente.
Síntomas:
- Picor de ojos, parpadeo constante, vista turbia, mala fijación en las señales.
- Presión en la cabeza y sienes, calambres musculares, dolores de espalda o zumbidos de oídos, necesidad de moverse del asiento, sensación de brazos y pies dormidos, sequedad en la boca o deshidratación.
- Pérdida de concentración, dificultad para recordar los últimos kilómetros recorridos, variación involuntaria de la velocidad.
Variables facilitadoras:
- Relacionados con el entorno: monotonía, carencia de estímulos externos, lluvia, niebla, firme defectuoso.
- Relacionados con el vehículo: ruido excesivo de motor, deficiente diseño ergonómico del habitáculo, acumulación de humos, exceso de calefacción.
- Relacionados con el conductor: largas jornadas al volante, necesidad de cumplir un horario, maña postura en el asiento, conducir con hambre o sueño, comidas copiosas, ingerir alcohol, etc.
Consecuencias:
- Agarrotamiento muscular, ya que los músculos no están relajados.
- Agotamiento físico, sensación general de cansancio.
- Lentitud y falta de precisión en los movimientos.
- Disminuye la atención y facilita la distracción.
- Aumenta el tiempo de reacción a los estímulos.
- Favorece la producción de accidentes de circulación.
Recuerda que un conductor fatigado aumenta la reacción media del accionamiento del freno al menos en 2 segundos. Es decir, si el conductor fatigado circula a 120 km/h, el vehículo recorrerá 66 metros, a razón de 33 metros/segundo, antes de iniciar la frenada.
CARACTERÍSTICAS DEL ACCIDENTE RELACIONADO CON LA FATIGA
- Suele tener lugar al anochecer, amanecer o media tarde.
- Un único vehículo implicado que se sale de la calzada.
- El conductor no intenta evitar el accidente.
- El conductor va solo.
- Suele ser grave o muy grave.
Para prevenir la fatiga y la somnolencia si vas al volante, ten en cuenta las recomendaciones siguientes:
- Detenerte cada dos horas o entre 150-200 km (de noche cada hora y media).
- Para al menos entre 15 y 30 minutos: bájate del coche, refréscate la cabeza y los brazos con agua fría, haz ejercicios de estiramiento de articulaciones (cuello, pies, piernas y brazos) y de espalda.
- Come algo ligero y bebe agua o un refresco, aunque no se tenga sed: la fatiga provoca cierto grado de deshidratación.
- Deja preparado el coche el día anterior y duerme un mínimo de 7 horas y no conduzcas más de 8 horas al día.
- Mantén el habitáculo ventilado: abre la ventana o dirige alguna salida de aire hacia el cuerpo u brazos, nunca a los ojos.
- Come chicles y/o caramelos: evitarán un nivel bajo de azúcar (el cual genera fatiga y falta de atención).
- Lleva ropa cómoda y un calzado adecuado para la conducción.
- Conduce manteniendo una posición correcta: un mal hábito postural a la hora de conducir puede desembocar en dolores de espalda, tensión muscular o fatiga.
Habrás oído hablar en alguna ocasión del Síndrome de la Apnea del sueño. Se trata de periodos repetidos de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño nocturno, que provoca un cuadro de somnolencia durante el día. Esta obstrucción provoca una disminución importante de la entrada de oxígeno y alteraciones del descanso que hacen que la persona se despierte por la noche de forma inconsciente.
De día: Sueño durante el día, pudiéndose quedar dormidos en horas y lugares no adecuados. Cansancio y dolor de cabeza matinal. Irritación. Pérdida de concentración y memoria.
De noche: Ronquidos, periodos cortos sin respiración, sueño agitado, despertar por la noche con sensación de ahogo.
*Si consideras que padeces algunos de los síntomas anteriormente descritos, consulta a tu médico de cabecera.